Configuración de las etapas para rutas, marchas y viajes a caballo

 

INDICE

 

 

Introducción

Una vez que hemos elegido una ruta de viaje y determinado los puntos de salida y llegada tenemos que dividirla en etapas.

Para hacer esta división tenemos que considerar los factores siguientes y por este orden

  • Nuestro nivel de equitación: Nos indicara el tiempo y distancia media máxima que podemos cabalgar sin problemas.
     
  • Las características de resistencia de nuestro caballo y el peso total que lleva: Nos dirán el esfuerzo máximo que debe realizar a diario para `poder estar recuperado, al 100%, al día siguiente.
     
  • La orografía, dificultades del camino y la pendiente total acumulada: Determinaran el esfuerzo a realizar, en la etapa, condicionando su kilometraje.
     
  • La ubicación del alojamiento: condicionaran el principio y final de cada etapa
     
  • La ubicación de los descansos semanales: nos ayudaran a mantener el buen ánimo del caballo y del jinete.

A continuación, os explico cómo ir configurando las etapas para que, tanto vosotros cómo vuestro caballo, podáis disfrutar de un viaje sin problemas.

 


Configurar las etapas de acuerdo con nuestro nivel de equitación

(Para conocer nuestro nivel de equitación ver el apartado "Niveles en equitación de viaje"

Jinetes de nivel 1
Los Jinetes de este nivel pueden, si lo desean, organizar el viaje en etapas de más de 35 km, para ello deberán cabalgar combinando el paso y el trote al objeto de no alargar excesivamente el tiempo de viaje pues es más importante para la recuperación del caballo estar menos horas ensillado que ir más despacio en jornadas largas.

Estos jinetes deberán viajar con una impedimenta muy ligera, asegurándose, antes de comenzar el viaje, que tanto la silla, arreos y alforjas son adecuadas para viajar rápido y no rozan al caballo.

Si las alforjas diesen problemas deberán pasar parte de la impedimenta a una mochila de trekking, que llevará el jinete en la espalda, sin superar los 3 kg para no desequilibrar su asiento.

En todo caso quiero recordar, una vez más, que hacer estas distancias medias solo es posible si se cumplen los siguientes requisitos:

  • Disponer de un caballo con la clase y el entrenamiento adecuado
     
  • Ser jinetes de nivel 1 o acostumbrados a montar muchas horas al trote
     
  • Ir ligeros de peso
     
  • Estar en buena forma
     
  • Y ser relativamente jóvenes

Con estas condiciones, un jinete y un buen caballo pueden hacer, durante 6 o 7 días, combinando trote y paso, entre 35 y 45 km de media, en unos tiempos similares a los que se describen, más abajo, para los jinetes de nivel 2; después, el caballo, debería descansar un par de días, 


Jinetes de nivel 2
Las distancia, de 30 km de media, que propuse para este nivel en el apartado "Niveles en equitación de viaje",  es la distancia que hacían los ejércitos antiguos cuando se desplazaban, considerando como “marcha forzada” distancias mayores.

Es, por tanto, una distancia razonable.

La podéis hacer en seis/siete horas, aproximadamente, que, con las paradas para comer y descansar, se convierten en ocho o nueve horas de viaje más el tiempo de aparejar el caballo para salir, desaparejarlo a la llegada, ducharlo etc. hacen un total de no menos de nueve o diez horas de actividad ecuestre.

Si os levantáis a las siete de la mañana entre vestiros, darle algo de comer al caballo, desayunar vosotros y aparejarlo podréis estar en el camino entre las ocho y media y las nueve, llegar al destino sobre las cinco o seis de la tarde y finalizar la actividad del día entre las seis y las siete.

Por otra parte, el caballo, que ha recorrido una distancia moderada, dispondrá de horas suficientes para descansar y recuperarse y vosotros una vez despojados de la ropa de montar, duchados y vestidos con ropa de calle podréis disfrutar de algo de tiempo para hacer un poco de turismo, comprar, cenar tranquilamente y acostarse temprano.

Este plan hace que el viaje sea agradable y que lo puedan hacer todo tipo de jinetes sea cual sea su edad y experiencia.


Jinetes de nivel 3
Los jinetes de este nivel no son, necesariamente, los que tienen un menor nivel de equitación sino aquellos que tienen menos nivel o entrenamiento en montar, habitualmente, muchas horas a caballo.

Por esta razón les aconsejo realizar etapas que no superen los 20 km de media durante los primeros 8 días de viaje, después, si se sienten cómodos, en esa distancia, podrían ir aumentándola paulatinamente hasta los 30 km diarios.

No debemos olvidar que un viaje puede durar una o más semanas y por esta razón, principalmente, los jinetes menos acostumbrados a rutas largas deben hacer etapas más cortas;

Si hacen, a diario, distancias mayores es muy fácil, sobre todo las personas de más peso o de edad, que en pocos días se lesionen las posaderas desequilibren su asiento y acaben lesionando al caballo.

Para evitar, todo esto, lo mejor son etapas más cortas y haciendo una parada cada hora y media. más o menos.

Disfrutaran más de la equitación y no estarán sufriendo en la silla y deseando que se acabe la jornada.

Los tiempos y rutinas de viaje, para este nivel, serían, aproximadamente, los de menor duración, que se indican para el nivel 2.

 


Configurar las etapas de acuerdo con la resistencia del caballo y el peso total que lleva

 

No es fácil determinar esta cuestión, solamente con la observación de cómo termina, física y moralmente el caballo en las rutas y entrenamientos previos al viaje, pero podemos hacernos una idea aproximada de donde está su umbral de resistencia.

Para conocer, un poco mas, sobre esta cuestión podéis visitar el apartado "Velocidad y resistencia de los caballos"

Lo mejor es ser cautos. Mi consejo es que si tenemos dudas sobre la resistencia física del caballo programemos un viaje de etapas cortas, de principio a fin.

Partimos de la hipótesis que el caballo, no llevará, en ningún caso un peso excesivo o no acorde con sus características físicas (Ver el apartado “Cuanto peso puede llevar un caballo

Si, consideramos que, el problema, está en una baja forma puntual pero es un caballo fuerte cuya capacidad de resistencia no ofrece dudas, entonces, debemos programar un inicio del viaje con tres o cuatro etapas cortas (15 a 20 km por etapa) y progresar paulatinamente hasta los 30 km.

Como es lógico, al ser el caballo y su jinete un binomio indisoluble en el viaje, el recorrido medio de las etapas tiene que corresponder, una vez considerados el nivel de equitación del jinete y la resistencia del caballo, al menor de los dos.

 


Configurar las etapas de acuerdo con la orografía del terreno

 

Una vez que hemos determinado la distancia media que vamos a cabalgar diariamente iremos asignando, con la ayuda de las guías, planos topográficos o del programa informático de cartografía, con el que tracemos el viaje, el principio y el fin de cada etapa teniendo en cuenta el desnivel acumulado de forma que a mayor desnivel o dificultad menor distancia y al contrario, mirando de compensar unas etapas con otras para que la distancia media no varíe.

 

Configurar las etapas de acuerdo con la ubicación del alojamiento

 

Una vez que ya hemos configurado toda la ruta es el momento de ocuparnos del alojamiento.

Si viajamos haciendo vivac o acampada este aspecto deberemos ir solucionandolo sobre la marcha.

Si viajamos alojandonos en albergues u hostales, mi consejo es gestionar, previamente, en la zona de finalización de cada etapa, el alojamiento para nosotros y para nuestro caballo.

Esto nos obligará a modificar de nuevo las etapas pues en muchos casos no encontraremos acomodo en la zona prevista y habrá que alargar unas etapas y acortar otras hasta tener el alojamiento resuelto.

Lo importante, en todo caso, es que el recorrido medio diario esté en el kilometraje predeterminado.

 


Establecimiento de los descansos semanales

 

Llegados a este punto solo nos queda establecer donde vamos a hacer los descansos semanales de un día.

Esto nos puede llevar a tener que hacer una vez más alguna modificación en las etapas y para minimizar los cambios podemos fijar, estas paradas, a 6, 7 u 8 días según nos convenga, para que coincidan con el lugar en que deseamos descansar.

Lo ideal es parar en lugares donde exista una hípica en la cual dejar el caballo seguro, cómodo y bien alimentado durante las dos noches y un día que suele durar el descanso-

Y, así, con el caballo resuelto podemos Irnos a un buen hostal a descansar, comer bien y hacer un poco de turismo.

 

Fdo. Juan Manuel Alvarez Diaz

 

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