Alojamiento y Alimentación en las marchas y viajes a caballo

 

INDICE


 

Introducción

En los viajes a caballo, a diferencia de las marchas de un día, solucionar de una forma adecuada la alimentación y alojamiento diario, tanto, del caballo como del jinete es fundamental para poder realizar un viaje seguro y agradable.

La alimentación y el alojamiento, en un viaje, plantea dos cuestiones a resolver

  • Alimentación y alojamiento del caballo
     
  • Alimentación y alojamiento del Jinete


Nota:
Aunque me refiero siempre a un jinete y su caballo entiéndase lo mismo para un grupo de jinetes y caballos


En España tenemos la opción de los caminos de Santiago que, aparte de su trazado, simplifican y abaratan bastante el alojamiento del jinete y en algunas etapas, muy pocas, el del caballo, pero fuera de estas rutas hay que esforzarse un poco más para organizar, adecuadamente, la fonda completa del caballo y su jinete.

Así que, para resolver, ambas cosas, podemos optar, entre otras, por las siguientes modalidades de viaje


 

Viajar a caballo haciendo vivac

Esta modalidad es la mas genuina y cercana a la forma en que se viajó siempre a caballo. El viajero salia de casa con su caballo y, durante el viaje, tenia que ir resolviendo sobre la marcha la alimentacion y el alojamiento, tanto de el como de su caballo.

 Es una forma de viajar, muy basica, que emplean, sobre todo, jinetes jovenes o aquellos otros que practican el llamado nomadismo a caballo, en viajes que duran meses o incluso años. .

Para jinetes jovenes de edad o de espiritu es una formula muy atractiva pues tiene un mayor componente de aventura, es mas libre, no requiere mucha planificacion y puedes, además, cambiar la ruta cuando quieras, pero, dicho esto, yo no la aconsejo para la mayoria de los jinetes pues conlleva riesgos e incomodidades que no todos estan dispuestos a aceptar.

Imaginaos llegar al pueblo o localidad en la que habéis decidido pernoctar, después de una marcha a caballo de varias horas, cansados y con ganas de quitaros la ropa, ducharos y descansar y, en vez de eso, tener que empezar a buscar comida y alojamiento para el caballo y, lo mismo, para vosotros.

En alguna que otra ocasión, con suerte, podréis resolver ambas cuestiones en una hora o menos, pero en otras tendréis que estar dos o más horas buscando quien os venda comida, donde poder dejar el caballo, o resolviendo vuestro alojamiento, eso si, al final, no tenéis que subir de nuevo al caballo y cabalgar hasta otra población donde probar mejor suerte.

Un dia comereis bocadillos, cenareis una sopa y fiambre en el campamento, y dormireis al aire libre o en una cuadra con el caballo, otro dia, sin embargo, os puede sonreir la vida, comereis en un bar y al final del dia unos buenos samaritanos os daran alojamiento a vosotros y a vuestro caballo y os invitaran a cenar.

Esta fórmula tiene, además, otros condicionantes

  1. No es valida para jinetes pesados y un solo caballo pues, con la impedimenta necesaria para hacer vivac, el caballo iria sobrecargado.
     
  2. No se puede garantizar regularidad, en la calidad o en la cantidad, de la comida que le tendremos que dar al caballo.
     
  3. Hay que viajar entre zonas habitadas pues, salvo que se lleve de reata un caballo de carga, hay que adquirir viveres y pienso a diario.

Si sois jinetes completamente autonomos, estáis dispuestos a viajar a la aventura, cabalgar despreocupadamente, sin que os importe dormir donde se tercie (pajares, cuadras o al aire libre) y comer bocadillos o lo que vosotros cocineis, esta modalidad puede ser la más divertida y emocionante de todas.

Eso sí, hay que llevar caballos rústicos, poco complicados con la alimentación, y capaces de suplementar el pienso, que les podáis dar, con el pasto que encuentren por el camino.

Podeis ver el equipamiento necesario para hacer vivac en "Material de seguridad, orientación y acampada, para viajar a caballo"

 

 


Viajar a caballo haciendo acampada

Es parecida a la anterior, pero puede ser bastante más cómoda si se organiza bien.

Esta modalidad, en España, tiene el problema de que no está permitida la acampada libre en casi ningún sitio. Los ayuntamientos son muy restrictivos y solicitar permisos es un engorro y no hay ninguna seguridad de que los concedan.

Aunque, siempre, hay jinetes que viajan incumpliendo las normas, acampando donde les parece y corriendo el riego de que les multen. 

Pero hay dos posibilidades que si podemos utilizar

  1. Alojarnos en campings o fincas privadas
    Si en la ruta del viaje hay campings, a una distancia adecuada, podemos concertar, previamente, el acampar con los caballos, en el interior del establecimiento, Normalmente, si el camping tiene condiciones y no es temporada alta, suele aceptar. En el caso de las fincas, si no existen elementos que lo impidan como pueden ser animales a los que moleste nuestra presencia, ganado bravo, etc. La mayoria de los dueños, pidiendoles permiso, como es logico, no suelen poner inconvenientes para acampar una noche,
     
  2. Viajar por zonas de montaña. 
    A partir de los 1000 mts. de altura está tolerada, ¡ojo! no permitida, la acampada itinerante es decir la pernocta de una noche y siempre sin encender fuego. 

Y una vez aclarado esto, lo primero que debemos saber, si decidimos viajar así, es que, por razones de peso y volumen, necesitamos llevar de reata un caballo de carga o, bien, un vehículo de apoyo

El material de acampada de un jinete solitario, mas el pienso para el caballo de silla y el de carga, y los viveres para cinco o seis días, tiene un peso aproximado de 60 kg. (Ver el post " Material de seguridad, orientación y acampada, para viajar a caballo") a los que hay que añadir el peso, de los aparejos y alforjas, de la caballeria de carga.

Si vamos en una partida de jinetes podemos utilizar una caballeria de carga por cada dos jinetes, o dos caballerias para tres jinetes, pero, como es logico,  a costa de reducir a menos dias, la autonomia de viveres y pienso,  

Si pernoctamos en campings o fincas podemos sustituir, sin problemas, los caballos de carga por un vehículo de apoyo.

Si viajamos por las montañas, en algunas rutas, pocas, podríamos llevar, en vez de los caballos de carga, un vehículo de apoyo tipo 4x4, que nos acompañe o espere en las zonas de parada con todo lo necesario.

Esta, última opción, siempre es la mejor. Pues el vehículo puede adelantarse, hasta el lugar de acampada, y disponer el campamento para cuando lleguen los jinetes y caballos.

Para conocer, en detalle, todo el material necesario para viajar acampando con los caballos os invito a que visiteis el post "Material de seguridad, orientación y acampada"

Esta es una forma muy divertida de viajar a caballo, pero hay que organizarla bien,  realizarla en verano o con buen tiempo y sin olvidar nunca que vamos a la montaña donde el frio y la niebla se presentan de repente y sin avisar. Hay que llevar, obligatoriamente, buena ropa de abrigo, un GPS con los tracks de la ruta y por supuesto el teléfono móvil.

España está llena de auténticos paraísos naturales. Si eres joven de edad o de espíritu y te gusta la acampada, viajar a caballo por las montañas es, sin duda, una experiencia inolvidable.

Puedes ver el equipamiento necesario para esta modalidad de viaje en "Material de seguridad, orientación y acampada, para viajar a caballo"

 



Viajar a caballo con la fonda resuelta

Esta forma de viajar es la que yo he empleado en varios viajes. 

Es una modalidad sin complicaciones, ideal para todos aquellos jinetes que desean cabalgar, sabiendo que tienen ya concertado la alimentacion y el alojamiento, para ellos y su montura, al finalizar la jornada. 

Exige un poco más, de trabajo de preparación, pero, durante el viaje, la comodidad que procura se agradece muchísimo.

El sistema, consiste en lo siguiente:

  • Una vez que hemos hecho una primera configuración de las etapas gestionaremos, en primer lugar, y en las distintas localidades de fin de etapa, nuestro alojamiento.
     
  • En el establecimiento hotelero (Hostal, fonda, pensión, albergue, etc.) donde estamos reservando el alojamiento pediremos que nos ayuden a encontrar un lugar donde dejar el/los caballo/s condicionando la reserva, como es lógico, a poder resolver esta cuestión en la proximidad del establecimiento.

    Normalmente, el hotelero nos presta la ayuda solicitada, bien facilitándonos directamente la solución, buscándola entre sus conocidos o dándonos el teléfono de alguien que nos pueda ayudar.

    En la mayor parte de los casos aparece una cuadra, un prado o un corral que resuelve el alojamiento del caballo. Eso sí, en verano es más fácil que en invierno, pues en verano nos vale cualquier sitio seguro, aunque sea al aire libre, y en invierno, deberíamos poder alojar el caballo en cuadra o box y como mínimo en un lugar cubierto.

    Hay que tener siempre en cuenta que los arreos y guarniciones del caballo, alforjas, etc. Tienen que estar también protegidas de la lluvia y de los amigos de lo ajeno.
     
  • Una vez resuelto nuestro alojamiento y el del caballo nos queda la alimentación. La nuestra, no tiene problema pues, al menos, en España lo que sobran son lugares donde comer, pero la del caballo es otra cosa.

 


Aquí, podemos escoger tres soluciones:

  1. Llevar de reata un caballo de carga, con el pienso 
     
  2. Utilizar un coche de apoyo con el pienso y algún equipo de complemento mas como mantas, herraduras, etc.
     
  3. Preparar unas cajas de cartón de 60x40x24 cm, una por cada día de viaje, en las que pondremos

    - Las dos raciones de pienso diarias,

    - Dos kilos de heno prensado,

  4. - 30 gr. de sal por cada kilo de pienso,

    - Algún antiinflamatorio si llevamos un caballo que se carga de las patas o tiene algo de artritis,

    - Y cualquier otra cosa, tanto para el caballo como para el jinete, que se desee llevar.

Enviaremos las cajas por agencia, con diez días de antelación, a las direcciones de los alojamientos en los que vamos a pernoctar, y a los que habremos avisado previamente

Procuraremos enviarlas de siete en siete, para no perderlas todas en el caso de tener que abandonar el viaje, por cualquier causa.

Y, con esta pequeña organización, cuando finalicemos cada etapa, no tendremos más que dirigirnos al hostal, albergue o lo que sea coger la cajita y llevarla junto con el caballo a la cuadra o corral concertado.

Desaparejamos el caballo, lo duchamos, lo secamos, le damos el heno y el pienso y lo dejamos, a ser posible, en un prado hasta el anochecer en que vendríamos a recogerlo en su cuadra y, ya, con todo resuelto nos encaminaremos alegremente a nuestro alojamiento a ducharnos, cambiarnos de ropa, descansar o salir a dar un paseo.

 



Consejos sobre la comida y la bebida, del caballo

Nota: Estos consejos los tenéis repetidos, en el post "Cuidados del caballo durante el viaje"

  • Si hemos elegido una de las modalidades de viaje, en la tendríamos que adquirir la comida sobre la marcha, tenemos que aceptar que no hay ninguna garantía de que, la comida que encontremos sea la misma que el caballo come habitualmente en su casa ni, siquiera, que sea la misma todos los días.

    No hay más remedio que, con un mes o dos mejor, antes del viaje y utilizando varios tipos de grano y piensos compuestos, acostumbrar al caballo a comer distinto todos los días. Si el caballo es melindroso y no se acostumbra, tendremos un problema cuya única solución es cambiar de caballo o de modalidad de viaje.

    Durante el viaje

  • Añadir a todas las raciones 30 gr. de sal por kilo de pienso. Esto hará más apetitosa la comida, para el caballo, cuestión fundamental los primeros días en los que el estrés y el cansancio (si no está totalmente en forma) pueden quitarle el apetito.  Le ayudara, además, a reponer la perdida de sales por la sudoración y estimulará la sed haciendo que beba más abundantemente evitando, una posible, deshidratación.
     
  • Recortar la ración, de pienso o grano, en un 25%, los tres primeros días de viaje, para no correr el riesgo de un cólico o cualquier otro problema digestivo. El caballo debe comer, inicialmente, un poco menos de pienso;
    Hay que tener en cuenta que la marcha en sí, aunque se le supone acostumbrado y, sobre todo, el hecho de pernoctar y tener que comer, todos los días, en lugares distintos a su lugar de descanso habitual estresan al caballo durante los primeros días de viaje.
     
  • Procurar que el caballo coma forraje en abundancia, todos los días. Hay que dejarle pastar, siempre, que se pueda o bien llevar forraje o adquirirlo junto con el pienso. El forraje es importante en su alimentación, ayuda en el proceso digestivo y a evitar cólicos.

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  • Ir, paulatinamente, aumentando la ración diaria de pienso, hasta superar en un 20/25 % la ración habitual, que comía en casa, cuando hacíamos una o dos marchas a la semana.
    Una vez que el caballo se ha acostumbrado al viaje, no está estresado y se recupera bien del esfuerzo diario hay que darle una alimentación acorde con el esfuerzo que realiza a diario.
     
  • El caballo no debe adelgazar durante el viaje pues podríamos, entre otras cosas, tener problemas con el asiento de la silla sobre el dorso y acabar con rozaduras y lesiones.
     
  • En viajes cortos o de fin de semana, podemos, sin embargo, en rutas de montaña o/y con buenos pastos prescindir del pienso durante algun dia que otro siempre que los caballos puedan pastar al menos diez o doce horas al dia.
     
  • Dar de beber al caballo, durante la marcha, en todas las oportunidades posibles y disponer, si se puede, agua sin límite y a libre disposición, en el lugar de pernocta - El caballo debe beber entre 45 y 60 litros de agua al día para que su hidratación sea completa. Es importante que controlemos que bebe lo suficiente, pues la deshidratación puede provocar graves daños en la salud y en el bienestar del caballo.
     
  • Al terminar la jornada, después de un día de marcha, y especialmente con un clima caluroso, hay que testar el nivel de hidratación del caballo. Una forma simple de testar la hidratación del caballo es pellizcando con un giro la piel del cuello, haciendo un pliegue, si la piel vuelve a su situación normal de inmediato el caballo está normalmente hidratado, pero si tarda más de dos o tres segundos el caballo esta deshidratado y habrá que ducharlo y darle de beber abundantemente.
    Otros síntomas, como dejar de beber o de mear, o mear una orina muy oscura, pueden ser más graves y conviene avisar al veterinario.

 

Fdo. Juan Manuel Alvarez Diaz

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Juan Manuel 13/06/2022
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